Otro mamotreto en Acroarte

La señora Wanda Sánchez, brazo derecho del presidente de Acroarte para ejecutar la mostrenca y repudiada sentencia de suspensión y expulsión contra cinco miembros de la asociación, se encuentra enfrascada en una agitada acción tratando de evitar lo que le viene encima.
Como se procedió a un juicio sumario, sin cumplir con el debido proceso de citación a los presuntos violadores del código de ética de Acroarte, anda ahora desesperada tratando de sonsacar a algunos de los sancionados prometiéndole levantarle la sanción, a cambio de que le firmen un documento para tener prueba que se procedió debidamente en contra de los que hemos decidido someternos a un juicio de amparo.
No olviden este dato que les damos con antelación, para que todos sean testigos de las acciones que emprenden los artífices del mamotreto.
Otra burda acción, que denunciamos, para que se vea hasta donde llega la maldad de esta gente.
Wanda Sánchez es parte del descrédito de Acroarte. Una de la nueva camada de oportunistas, responsables de la crisis de valores que vive la institución. 
Qué pena que luego de sembrados tantos valores por los pilares que dieron origen y vida a la institución, esta nueva generación de dirigentes sea tan errática y desafortunada a la vez. 
Aunque, después de todo, asimismo anda el arte popular con las figuras de la nueva generación, a los que los dirigentes de Acroarte han dado cabida en la premiación. Ellos son un reflejo de esa situación y tienen que ser consecuentes con ella.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La culpa es de los mismos miembros de acroarte, " Los pueblos tienen los gobernantes que se merecen"
Un gran numero son buscones, dame Lo mio

Rafael Batista dijo...

Y yo que la tenia en un lugar bonito de mi corazón ya no mas engaños con caras bonitas que charlatana resulto

Wilson dijo...


Que barbaridad, yo personalmente tenia otra imagen de wanda sanchez, confieso que estoy decepcionado, no la conozca personalmente solo la he visto en TV pero me forme una imagen erronea de ella, hago un mea culpa