El premio Casandra sigue estancado con la producción de su alfombra roja. Por más fórmulas y alternativas que se ensayen es evidente que el crecimiento en ese sentido no ha podido hacerse realidad.
Este año el primer gran desacierto de esta pasarela carente de chispa fueron algunos de sus conductores que lucieron muy erráticos y se veían huérfanos de un verdadero guía para sus intervenciones no se vieran atropelladas.
Yolanda Martínez fue la peor de los anfitriones de la alfombra y aunque es una mujer de experiencia en la pantalla chica, aparte que no podía mantenerse quieta en el set, los nervios le cogieron con una perorata interminable cuando entrevistaba a algún nominado del Casandra.
Se demostró que este tipo de trabajo no es lo de Martínez pues las críticas no se han hecho esperar.
Ni dejaba hablar a su compañera, la ex Miss Universo, Denisse Quiñones, que solo parecía cumplir un rol "decorativo" a su lado aunque eso podría radicar en el hecho de que ella por ser extranjera y no vivir en el país conocía poco de los artistas criollos que se abordaban.
Por lo que sería bueno saber cuál fue el "genio" que escogió a Quinoñes para tal desempeño pues como dicen en el lenguaje urbano "la macó".
Y tanta bulla de prensa que se hizo con la incorporación de Yolanda Martínez y Denisse Quiñones en la alfombra del Casandra para resultar este relajo.
En tanto Alex Macía, que se supone asumiría un rol de crítico se la pasó elogiando a todos los que entrevistaba junto a Noani Reyes.
Jenny Blanco fue la que tuvo un desempeño más acertado y Albert Mena si hubiese tenido un guión que lo ayudara su suerte hubiese sido mejor en su rol de entrevistador de los talentos que tomarían parte en el espectáculo del Casandra.
1 comentario:
Juan carlos muy exagerado tu comentario dale credito mejor a eso muchachos el premio la alfombra fueron muy buenos.
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