No aprenden la lección...

Muy penosa fue la situación por la que atravesaron Frank Reyes y Fernando Villalona en Curazao, a quienes un empresario de allí que los contrató para un show los dejó varados en esa isla y dizque huyó con el "botín".

Reyes y Villalona, quienes se rehusaron a cantar porque nadie respondió por su paga restante, tuvieron que ser auxiliados por el gobierno local de la isla, que se responsabilizó de su regreso a Santo Domingo porque el promotor curazoleño, de apellido Saville, que los llevó, desapareció sin dejar rastro.

Ese mismo empresario dizque ya había supuestamente engañado al propio Frank Reyes hace un par de años, por lo que no se explica cómo el bachatero cayó en el "gancho" de nuevo.

Y no solo Reyes y Villalona han pasado por esta experiencia, muchos artistas dominicanos han quedado practicamente desamparados en tierras extranjeras al aceptar viajar a presentaciones musicales y luego allá nadie da la cara por ellos.

Se de bachateros, merengueros y salseros criollos que han llegado hasta España para giras y estando en el aeropuerto madrileño de Barajas los han dejado esperando con los brazos cruzados.

Dizque en sus inicios a Yoskar Sarante y Sexappeal pasaron por un situación como esa y hubo supuestamente que mandarle hasta el pasaje para que, ahí mismo en el aeropuerto, pudieran regresar al país.

Es decir que con experiencias tan amargas como esa creía yo que muchos de nuestros artistas habían aprendido la lección. Pero eso no es más que parte de las informalidades con que operan algunos en este negocio de la música y que no exigen mejores garantías para sus actuaciones.