La excusa de Alexandra para separarse de Monchy no tiene peso y es infantil

Pienso que no tienen peso, no son justificables y se manifiestan como muy infantiles los alegatos que pone mi amiga Alexandra Cabrera para separarse profesionalmente de Monchy.
Muchos nos hemos quedado sorprendidos, incluyendo el propio Monchy, al enterarnos de que la cantante terminó con la existencia de un dueto bachatero de gran solidez y fama solo por "problemas de sonido" y la ausencia de una segunda guitarra en la agrupación.
"A otro perro con ese hueso", como dice el refrán, y reconozca que ciertamente su esposo, el guitarrista Edilio Paredes, es el que ha influido con su decisión, pues el comunicado en el que la artista hace sus planteamientos fue enviado desde el correo de su hoy "media naranja".
En la nota remitida a los medios, ella, como para querer hacer valer más sus justificaciones, llega al extremo de poner entredicho el desempeño de los músicos del grupo, sin reparar que con sus críticas injustas al cuestionar la calidad de sus compañeros, pone en riesgo los negocios de presentaciones ya acordados hasta principios de noviembre con los contratantes que han pagado por una buena banda.
Soy testigo de las exigencias técnicas con que se ha manejado este dueto a lo largo de nuevo años, pero además sabemos del alto nivel de profesionalidad del director musical Mártires de León, cuyo trabajo simpre ha sido elogiado por el público y la prensa misma. Pero Alexandra no se detiene en ello y lo incluye en sus desacertados cuestionamientos.
Pero se sabe de buena fuente que el esposo de la vocalista ha creado en la agrupación serios inconvenientes, tornándose supuestamente inmanejable cuando De León, en su calidad de director, le ha hecho algunas sugerencias sobre su desempeño como "segunda guitarra".
"Pero al muchacho no se le puede decir nada ni llamarle la atención sobre algo porque eso molesta a Alexandra", dijo un testigo.