Bonao: “ciudad de Dios” o “ciudad de diablitos”





En mi vida nunca había visto una acción más aberrante en contra de pobres infelices que la que emprendieron las autoridades de Bonao, encabezadas por el gobernador civil, Néstor Francisco Melenciano y el senador Félix Nova Paulino junto a un supuesto grupo de los círculos “caamañistas”, que de alguna manera con su actitud deshonran el nombre de nuestro héroe de abril Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Y eso que recientemente un grupo de diversas iglesias y autoridades de la provincia proclamaron a Bonao como "Ciudad de Dios" sin embargo al parecer el "diablo" anda suelto por esos predios por lo que que acaba de suceder.
La entrega irregular y violando todos los códigos de la ética, de las 100 casas que donó el gobierno de Venezuela, es un asunto que el presidente dominicano Leonel Fernández debe poner mucha atención, sancionar a sus subalternos y revocar ese reparto.
Venezuela manifestó su inconformidad por la "forma irregular" de distribución de esas 100 casas prefabricadas destinadas a damnificados de las tormentas Olga y Noel que afectaron a República Dominicana en el 2007.
El gobierno venezolano se quejó ante su par dominicano de que el complejo habitacional fue ocupado sin haber finalizado el proceso de donación pertinente y sin que se hayan determinado los resultados de la investigación sociológica para elegir a los beneficiados.
Como se sabe, tanto el gobernador, el senador y sus “canchanchanes” de Bonao quisieron insultar nuestra inteligencia al querer justificar que la entrega precipitada de las viviendas se debía a que tenían informes de que las mismas iban a ser invadidas, una fábula inventada por ellos porque si esto hubiese sido cierto lo que mandaba entonces era poner un cerco militar a fin de salvaguardar ese proyecto habitacional. Al final, la invasión la hicieron ellos.
Esta situación ha creado un conflicto de carácter diplomático entre Venezuela y República Dominicana, por el oportunismo político de un grupito en Bonao que siempre quiere alzarse con el santo y la limosna.
El reparto de las casas fue injusto y lejos de ser destinadas a damnificados fueron entregadas a dirigentes políticos, queridas, familiares de los encargados de la selección y algunos periodistas que como siempre callan ante estas irregularidades que es una forma de corrupción.
Y es bueno que se sepa que este fue un proyecto habitacional que donó Venezuela única y exclusivamente para refugiados y gente de extrema pobreza.
Se da el caso de un señor que recibió de prestaciones laborales más de un millón de pesos en la empresa en que trabajaba, tiene un apartamento propio, buen vehículo y sin embargo le dieron una de las cien casas.
Es decir que el asunto llega más lejos al referirse que hay supuestamente personas de las beneficiadas que tienen viviendas propias en otro lugar.
Asimismo se manifiesta que algunas de las entregas aceleradas de las viviendas se hacían por teléfono, incluso a gente que ni las estaban esperando. Le decían: “ven fulano, tráete aunque sea un colchón, que te tengo una casa aquí”.
Además, uno de los puntos graves de esto es que se plantea a leguas que el gobernador de la provincia le pasó por encima al Presidente de la República al asumir esta entrega sin su autorización, sin su presencia y lógicamente sin Venezuela haber tenido participación.
Y como si fuera poco tendremos que vivir un nuevo capítulo de una ciudad fallida con el anuncio de la sindicatura municipal de remodelar el parque principal de Bonao que conllevará la tumba de árboles centenarios para ser sustituidos por flacuchas palmitas, en medio de un supuesto remozamiento valorado en mas de treinta millones de pesos.
Ello ocurre en frente de otras necesidades más importantes como es la rápida construcción de un drenaje pluvial en la ciudad, la urgencia de un mejor matadero municipal y el mil veces pedido “a viva voz” nuevo mercado municipal, porque el que tenemos se cae a pedazos y es foco de todas clases de contaminaciones.
Pero un buen sector de la prensa adulona aquí también calla por un par de centavitos que “engordan” la facturación de sus programas de televisión y radio. ¡Que Dios nos agarre confesados en esta “ciudad de diablitos”!
Foto: Caricatura del periódico El Nacional para ilustrar su editorial que titularon “Aprovechados”, sobre la entrega ilegal de las 100 viviendas que donó Venezuela en Bonao para los damnificados de las tormentas Noel y Olga.

1 comentario:

Fiestas y Personalidades dijo...

Esto es lo ültimo Juan Carlos, que Dios nos agarre confesaó.
Me gusta mucho tu página