Ambos espectáculos fueron vendidos en 48 horas y el recinto tiene capacidad para 52 mil personas por día.
Pero la hazaña también ha de acreditarse al empresario Félix Cabrera, responsable de esta producción y que tiene los juegos pesados cuando se trata de emplearse a fondo para mercadear un espectáculo.
Ya lo hizo con el propio Romeo en repetidas ocasiones en el Madison Square Garden y otras arena, pero ahora el reto era el Yankee Stadium y fue doblemente cumplido.
Como establece el colega Joseph Cáceres en un escrito, Félix Cabrera es una figura responsable de estas proeza, a la cual es necesario resaltar porque se ha convertido en el principal pivote de inspiración del artista para la realización de grandes empresas.
Y es que el empresario Felix Cabrera, como ideólogo de estos históricos conciertos que rompen esquemas y marcas establecidas hasta en el propio mercado norteamericano.
Fue quien convenció a Romeo para que se lanzara en grande a escenarios de amplio aforo, a producciones complicadas, de grandes riesgos y de costos millonarios, convirtiéndose en una especie de Rey Midas, que como cuenta la leyenda, todo lo que tocaba lo convertía en oro.
Un Romeo sin Félix Cabrera no sería lo mismo, ni sería igual, apunta Cáceres.
Esto es bueno que lo sepan, y le tengan en cuenta, los que llevan anotaciones, pues es necesario conocer y poner cada cosa en su lugar.
El llamado “Rey de la Bachata” se alza en la historia del emblemático estadio como el primer artista latino en presentarse luego de este ser reconstruido, y el segundo en cantar en el viejo Yankee Stadium, 40 años después de la Fania All Stars.
Como consecuencia, ocupó las portadas de los más importantes diarios de Nueva York, entre ellos el New York Times.
Según dijo, ese poder de mover masas se lo debe a que "soy un bombón sabroso” y a la bendición de Dios.
La primera noche
La noche del viernes Romeo apeló a invitados dominicanos casi totalmente ( estuvo Tego Calderón de Puerto Rico) pero donde sin lugar a dudas la sorpresa de su espectáculo fue la irrupción en escena de Fefita La Grande, se escuchó una ovación ensordecedora cuando la merenguera típica interpretaba entre improvisaciones y movimientos de cintura su tema "Vamos hablar inglés".
En medio de esta intervención de la "vieja Fefa", Romeo la interrumpió con una improvisación donde le quería responder a los que dicen que es gay.
Lo hizo improvisando una estrofa que le cantó a Fefita con las siguientes letras:
"La gente dice que yo soy un gay, y si usted también duda, se lo voy a meter"
A esto último hasta el fanático que estuvo en el más lejano asiento logró ver la sonrisa que de "oreja a oreja" puso Fefita, quien por cierto al parecer no quería marcharse del escenario, pues Romeo la despidió par de veces.
Nuevamente Romeo Santos logró juntar a los bachateros Anthony Santos y Luis Vargas en un tema en el que también canta Raulin Rodríguez pero que nuevamente este último le hace el desplante al ex líder de Aventura.
Raulín estaba supuesto a participar en el espectáculo junto a Anthony Santos y Luis Vargas, pero se excusó.
Fue mencionado por Romeo cuando se presentó el segmento donde los tres artistas compartieron tarima.
"Aquí debió estar Raulín", dijo Romeo, señalando que se había excusado.
¡Como siempre!, dijo Anthony Santos por el micrófono, en alusión al hecho de que tampoco estuvo en su concierrto en el Madison Square Garden.
Cuentan es que Raulín no quiere juntarse con Anthony Santos, con Romeo dizque no tiene problemas, reseña Joseph Cáceres en una crónica sobre el show.
Pero fueron tres horas y medias de actuación donde muy bien pudo decirse "todos somos necesarios pero nadie es imprescindible".
La segunda noche
El sábado 12 fue realmente el show oficial pues corresponde a la fecha inicialmente anunciada.
Romeo tuvo tres momentos memorables, la participación de Prince Royce, la de Marc Anthony y la de sus ex compañeros del grupo Aventura: Henry, Lenny y Maicky, que significó un casi cierre súper emotivo.
Y ahora después de estos dos llenos totales en el Yankee Stadium el llamado "Rey de la bachata" le pregunta a Félix Cabrera ¿y después de este gran logro qué?...
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