¿ Qué hace un conocido programador de radio, representante de un grupo típico, inmiscuyéndose en el proceso eleccionario de Acroarte ? ¿ acaso cree que eso le garantizará otro premio Casandra?
Lo mismo se dice de un síndico que debiera mejor estar atendiendo los problemas de la ciudad para la cual no ha mostrado competencia.
Y eso que uno de los cronistas al que sirve sin problemas cuando lo necesita y que está en su nómina apoyó al otro candidato a ese puesto de un partido contrario ¡qué bárbaro!
En la lista de los que se han colado en la "fiesta electoral" de Acroarte sin invitarlos también están un presentador de televisión que todavía no logra pegarla con su programa y un conocido empresario artístico del patio que mejor hace en ponerse a calcular las pérdidas de su último show en la capital dominicana para no cometer los mismos errores la próxima vez.
Pero qué decir de los que quieren contaminar el proceso con la política...
Y eso que tanto que atacan a los pobres "paracaídas" que se aparecen a los cocteles y ruedas de prensa ¿ pero cuál es la diferencia entre unos y otros?
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