Lamento sobremanera la muerte este sábado del colega periodista Carlos Febles Olivares producida por un infarto justo en el momento en que terminaba sus labores en su programa de televisión que tenía en el canal local Bonao TV, de esa ciudad.
Es decir, Carlos murió en el fragor del trabajo periodístico, al que dedicó más treinta años y me apena su deceso porque debo darle el crédito de que en mis inicios en la comunicación recibí de él mi primera oportunidad en nuestra natal Bonao.
Fue Saúl Acevedo, hijo del periodista y locutor Santiago -Pito- Acevedo, que me comunicó la nefasta noticia al telefonearme al hotel donde me encuentro en Nueva York.
De inmediato llamé a Pito Acevedo y como era de esperarse lo sentí muy devastado. Y no es para menos pues Pito y Carlos caminaron siempre juntos en los medios de comunicación y al momento de la muerte de éste último, ambos compartían la condución de un contreverial espacio radial de temas políticos en Bonao. Paz a sus restos.
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