República Dominicana, refugio de delincuentes extranjeros

De repente, analizando uno el robo del que fue objeto el célebre pianista francés Richard Cladyderman en un hotel de la capital dominicana, reiteramos lo que hemos planteado en otras ocasiones que nuestro país se ha convertido en un refugio para delincuentes extranjeros, tomando en cuenta que el autor del hurto fue un chileno, que por suerte ya fue apresado.

El detenido fue identificado como William Ignacio Díaz fue apresado el martes cuando, junto a un argentino trataba de cambiar en un banco local un cheque que supuestamente habían robado en un hotel en Samaná, según el informe de la Policía.

Pero que "cachazas" tienen esos dos. A lo mejor tenían referencias de que República Dominicana es un paraiso, donde se es inmune ante la justicia.

Es como el nacional chino que mató aquí a cuchilladas a tres de sus compatriotas y luego cuando estaba frente a un juez que le conocía medidas de coerción alegó que no sabía hablar español. Y eso que tenía más de veinte años residiendo en el país.

Y el italiano Massimo Dalla Mora, que se encontraba en República Dominicana, huyendo de la justicia de su país, que lo había condenado a 10 años de prisión por diferentes delitos en Venecia, Milán e Italia y que desde aquí estaba preparando su fuga hacia Haití, para evitar su deportación.

Pero además está el caso del argentino Ignacio Javier Rearte Favale, que andaba por nuestras calles como si nada, no sabiendo nadie que la justicia de su país y la Interpol estaban tras él por un expediente de asesinato.

¿Y los exiliados cubanos de Miami que estafaron con millones de dólares el servicio de salud del "Medicare" en Estados Unidos? vinieron a República Dominicana a invertir todo ese dinero robado.

En adición a ello está el caso de un alemán que desfalcó una financiera de su país, vino a asilarse aquí y tal como cuenta un lector fue apresado por autoridades de Austria por sospecha de que era inusual que viajara hasta allá hasta tres veces al mes.

Osea que el asunto no fue detectado por autoridades dominicanas de migración, que al parecer están más prestos algunos de sus inspectores a estar "macuteando" en los aeropuertos que hacer verdaderamente su trabajo.

Y como aquí ser extranjero se ve como una profesión, a lo mejor amparados en esa licencia de permisividad fue por eso que cayeron en el "gancho" los empleados del hotel que le entregaron sin problemas la llave de la habitación de Richard Clayderman a un delincuente chileno que cargó con el botín.