La "inmadurez" en el merengue de calle

No puedo pasar por alto la manera en que algunos grupos musicales se manejan y creyendo que se las están "comiendo" dan tremenda "metidas de patas" con ciertas acciones.

Y me voy a referir básicamente a la "bulla" que quiso armar Tulile con eso de haber cobrado 9 mil quienientos dólares al amenizar la celebración de un bautizo y aunque esa es una nota bastante que fue sazonada en estos días y prácticamente es ya historia patria, es oportuno tratar el tema, a fin de que arrojar luz sobre cómo deben operar las cosas.

Además del merenguero poner "entredicho" su nivel de cotización al plantear el pago que recibió como una hazaña para él nunca vista, cometió una grave falta y fue la de exponer de manera pública una fiesta que era eminentemente privada.

Y no me opongo que algún reportero estuviera en esa actividad y por "motu propio" diera a conocer el asunto, pero de ahí que la oficina del artista tomara la misma nota con mosaico de fotos y todo para posteriormente reenviarla a los medios fue un acto de indiscreción.

Esas son parte de las informalidades con que aún operan estos proyectos del llamado "merengue urbano" donde algunos de sus exponentes no han logrado madurar.

Sólo hay que ver a Omega, que después de programarse una entrevista con más de 15 días de antelación en el programa de TV "Hola Gente", de Tania Báez, con el merenguero como protagonista, 15 minutos antes de la misma, éste canceló su participación alegando que tenía otro compromiso.

Y eso que hablan de que "llegaron para quedarse", pero, ¿ cómo pueden alcanzar cierta perpetuidad en la música con la manera que se manejan?

Para ellos es más importante comprarse un vehículo nuevo y alardear con eso, vestir marcas exclusivas, referir que uno es mejor que el otro o en ciertos casos (como lo hizo Tulile) jactarse de que cobró determinada cantidad de dinero por una presentación . A eso se reduce el pequeño mundo en que viven y no es más que producto de la escasa formación.