El afán de ostentación ha llevado a determinadas figuras del medio a pagar un precio muy alto por ese complejo que tienen de mostrar sus pertenencias materiales.
Es como si estuvieran liberando un deseo reprimido que llevaban dentro cuando estaban atrapados por la pobreza.
Recuerdo que el bachatero Frank Reyes se compró un limosina tipo Hummer para llegar en ella en un concierto que protagonizó en el anfiteatro de Altos Chavón y el vehículo en cuestión apenas cabía por las angostas calles circundantes al aforo de piedra.
Como se dice en buen dominicano, el cantante no pudo "echar vainas" con su costosa "nave" porque tuvo que dejarla en el patio trasero del escenario y sus deseos exhibicionistas se fueron a pique.
Luego intentó llegar a algunos bailes en el interior del país a bordo de su "limo", pero me cuentan que se le "abrió el pecho" con el excesivo consumo de combustible que representaba una "máquina" como esa.
A Frank Reyes no le quedó más remedio que poner el lujoso vehículo a la venta para lo cuál lo "parqueó" en una agencia comercializadora de automóviles sin que hasta la fecha haya encontrado comprador.
Pero y qué me dicen de su colega conocido como Luis Miguel del Amargue, que pagó un dineral por el alquiler de una limosina tipo "truck" para llegar a los premios Casandra, donde finalmente se "guayó" frente al Chaval de la Bachata, quien se llevó la presea.
Y no quiero caer en el tema de los que son capaces de abrir las puertas de su casas para presumir de sus bienes. Ya ese asunto ha sido ampliamente debatido.
Y el merenguero que supuestamente pagó 150 mil pesos este año por una boleta del Casandra, para estar ahí aún sin ser nominado y solo con el propósito de que lo vieran con un ridículo traje.
Y que me dicen de Toño Rosario, quien se montó en un lujoso yate en Miami hace unos años para una sesión de fotos y sus manejadores en aquel entonces llegaron hasta decir que era suyo.
Es parte de las "fantoncherías" que uno observa entre algunos artistas del patio, como si su reflujo en el desempeño de su labor musical dependiera de eso. Pura vanidad, nada más.
Recuerdo que el bachatero Frank Reyes se compró un limosina tipo Hummer para llegar en ella en un concierto que protagonizó en el anfiteatro de Altos Chavón y el vehículo en cuestión apenas cabía por las angostas calles circundantes al aforo de piedra.
Como se dice en buen dominicano, el cantante no pudo "echar vainas" con su costosa "nave" porque tuvo que dejarla en el patio trasero del escenario y sus deseos exhibicionistas se fueron a pique.
Luego intentó llegar a algunos bailes en el interior del país a bordo de su "limo", pero me cuentan que se le "abrió el pecho" con el excesivo consumo de combustible que representaba una "máquina" como esa.
A Frank Reyes no le quedó más remedio que poner el lujoso vehículo a la venta para lo cuál lo "parqueó" en una agencia comercializadora de automóviles sin que hasta la fecha haya encontrado comprador.
Pero y qué me dicen de su colega conocido como Luis Miguel del Amargue, que pagó un dineral por el alquiler de una limosina tipo "truck" para llegar a los premios Casandra, donde finalmente se "guayó" frente al Chaval de la Bachata, quien se llevó la presea.
Y no quiero caer en el tema de los que son capaces de abrir las puertas de su casas para presumir de sus bienes. Ya ese asunto ha sido ampliamente debatido.
Y el merenguero que supuestamente pagó 150 mil pesos este año por una boleta del Casandra, para estar ahí aún sin ser nominado y solo con el propósito de que lo vieran con un ridículo traje.
Y que me dicen de Toño Rosario, quien se montó en un lujoso yate en Miami hace unos años para una sesión de fotos y sus manejadores en aquel entonces llegaron hasta decir que era suyo.
Es parte de las "fantoncherías" que uno observa entre algunos artistas del patio, como si su reflujo en el desempeño de su labor musical dependiera de eso. Pura vanidad, nada más.
3 comentarios:
se ponen acumular fortuna para que otro la disfrute despues que se muueran, talvez ellos creen que se lo llevan todo pa la tumba. loo gusano comiendoselos y la familia derrochando el dinero en cosas inecesarias, en vez de ayudar gente que no tienen ni un colchon donde dormir.
wao juan carlos pero tu si le tira a la gente que habala de lo que tiene dejarlos vivirrrrrrrrr !!! por dios preocupate por ti
para eso es que trabajan, para darse lujos,, si asi es que se lo pueden dar dejelo, su dinero es de ellos....
Ahora bien cual es el nombre del que pago 150 mil por la boleta para ir al casandra?
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