Al “coleguita” que se vaya con sus rencores a otra parte

Como lo muestra la foto en esto se convertirá el querido “coleguita” frente a su computador si en una actitud de cobardía se sigue escondiendo bajo nombres falsos para detractar a los demás ya que el odio consume.

Hay algo que me está preocupando y es la postura que están asumiendo algunos colegas contra otros. Esto a propósito de los comentarios ofensivos y difamatorios que he estado recibiendo en la sala de conversaciones o “chat” de este blog y que proviene de un periodista que apreciaba mucho.
Para su acción malsana se ha estado cobardemente escondiendo bajo nombres o seudónimos como “Joel Andujar” y “Carlos Manuel”.
Pero como dice el Chapulín Colorado “no contaban con mi astucia” recurrí al recurso que nos ofrece la navegación digital de rastrear los remitentes de los mensajes y ya he dado con el “farsante”. Y eso que lo tenía entre mis "Panas full".
Pero lejos de sentirme molesto por la actitud del “coleguita” (de otra forma no podríamos llamarle) he sentido pena por él, ya que me he dado cuenta de que está sufriendo el síndrome de la “no trascendencia” y al no aceptar los éxitos de otros entonces la emprende a juzgar a los demás por su propia condición.
No soy dado a exteriorizar este tipo cosas. Entiendo que nuestros lectores, a los que respetamos, merecen edificación sobre temas y no esta clase de polémicas.
Pero es justo hacerlo, dado el hecho que es una manera de detener a aquellos que con una posición “mediocre” y de “envidia” quieren utilizar esta herramienta de comunicación para hacer daño y atentar contra reputaciones.
Por eso en su momento revelaré el nombre de ese “coleguita”, que a lo mejor ignora que su proceder viola preceptos legales porque no solo me ofende a mí sino a la gente que gentilmente me hace el honor de entrar a esta página.
No vamos a tolerar ese proceder como tampoco apoyaremos detracciones contra otros.
Así que le recomendamos al “coleguita” a deponer esa actitud, que vaya a descargar su odio a otra parte y que acepte que el tiempo pasa y pesa.