Él, junto a colegas suyos deleitaban en el Conde próximo al parque Colón, en la Zona Colonial, con bellas melodías a los transeuntes, quienes les gratificaban a su paso.
Pero de buenas a primeras vino un militar, que cuida la Zona Colonial y le arrebató e incautó violentamente el violín a este talentoso artista alegando que hacía bulla.
Pobre de mi país y de las autoridades que como dice Camilo Rijo Fulcar, voz cantante en esta denuncia, conciben la realidad de una manera pobre y perniciosa con esta acción anti-arte.
Es para que ustedes vean la clase de gente que nos representa que no le importa un comino el buen arte.
Cuando uno ve en las grandes ciudades del mundo a músicos interpretando piezas en la calle, en las estaciones de tren o en los parques sin ser molestados. Pero aquí al parecer es diferente.
¿Y ahora como Abraham va a vivir? No solo por el dinero y su alma que necesita de esas melodías para ser feliz. Como va a practicar?
Qué impotencia! Confieso que nunca se me habían aguado los ojos al escribir un artículo como este, pero es la indignación señores.
Mínimo a ese militar hay que ponerle en los oídos un par de mosquitos en una jaulita de malla fina durante 3 días. O un par de grillitos.
ResponderEliminarAlpha