A la provincia Monseñor Nouel le será muy difícil alcanzar el nivel del Carnaval Vegano con situaciones tan bochornosas como esa que narra el colega Juan Carlos Jiménez en su escrito acerca de que el reinado de carnaval de Bonao casi se ve malogrado porque el modisto que hizo los trajes de baile de las candidatas se rehusaba entregarlos por falta de pago.
El empresariado y las autoridades municipales al parecer carecen de la mentalidad progresista que tienen los veganos, que por ello han convertido su carnaval, no solo en el más vistosos del país, sino en uno de los que más renombre ya alcanza en el continente.
¿Cómo es posible que por una suma tan insignificante que la puede aportar cualquiera de ellos, se vea estropeado el inicio de un evento como este, que proyecta la provincia, la comunidad y su gente?.
Pena y verguenza debe dar...
Peor aún es la falta de colaboración del Ministerio de Turismo, una entidad que se está manejando muy mal, encabezada por un hombre que quiere ser presidente, y que precisamente en su accionar, asume actitudes contrarias a las del actual jefe de la nación.
Mientras el presidente Danilo Medina, con sus visitas sorpresas, atiende las necesidades de todos los sectores sociales y productivos del país, el rocambolesco Ministro de Turismo anda patrocinando conciertos hasta de artistas extranjeros, en la creencia que de ese modo se promueve al país.
Y la gente de abajo, haciendo de "tripas corazón", hasta para unas fiestas patronales o un carnaval. Turismo cree que con montar una tarima y presentar dos o tres reguetoneros y mamberos, ya está cumpliendo con su misión, de exponer y promover las riquezas y los atractivos turísticos del país, cuando todo el mundo sabe que en el fondo ello forma parte de un plan personal de promoción política.
En eso se invierte el dinero del estado...de todos nosotros... Lo han desvirtuado todo desde hace tiempo, y el mal se ha acentuado aún más bajo la presente gestión.
Anteriormente el Festival del Merengue incluía grandes espectáculos con música típica, grupos folklóricos, orquestas de merengue, casetas de venta de comida típica, venta de artesanía, charlas sobre folklore en el auditorio del Ministerio, en las escuelas, espectáculos en los hoteles, que se llenaban de turistas puertorriqueños , que todos los años venían a esa celebración.
Todo eso se acabó, luego de que le cedieron los derechos a la firma Brugal, que ya no celebra el Festival del Merengue, sino un llamado Festival de Ritmos Caribeños, para incluir salsa y reguetón, ¡esos bárbaros!, cuando para eso pudieron haber hecho otro evento y dejar el del merengue tranquilo.
Pero esas son las autoridades que nos gastamos con funcionarios que quieren ser presidentes predicando con tan malos ejemplos.
Qué bueno que gente valiente, como Juan Carlos Jiménez, a quien le duele su comunidad de Bonao, asuma la actitud valiente de denunciar hechos como el señalado, muy diferente a los que se comportan como perros falderos con el rabito entre las piernas.
Por Joseph Cáceres/ Merengala
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