Wason Brazobán no solo dedicó el Casandra que ganó a su disquero Franklin sino que viajó a Nueva York a entregarle personalmente el premio al empresario disquero quien colocó la estatuilla en un sitio especial en su casa.
Fue un gesto de agradecimiento y solidaridad en una época en la que más que nunca predominan los ingratos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario