Dice que la fama se transformó en su enemiga cuando le gritaba al oído lo talentoso, virtuoso y guapo que era ¿ qué les parece esto último?
El estilo de vida del que hoy goza es muy diferente ese otro que vivió, porque lo que quizás muchos desconocen es que el merenguero Elvis Crespo creció en un mundo de pobreza, lo que se reflejó en un niño lleno de temores, inseguridades y autoestima baja.
“Mi vida tenía que ser así para poder decirle a mis hijos que se valoren y se motiven. Crecí en un mundo de pobreza, pero mis padres echaron hacia adelante. Esas cosas me hacen poner los pies en la tierra y sentirme orgulloso de lo que he logrado y en la forma en la que me he levantado”, expresó el intérprete de Yo no soy un monstruo.
“Mi vida tenía que ser así para poder decirle a mis hijos que se valoren y se motiven. Crecí en un mundo de pobreza, pero mis padres echaron hacia adelante. Esas cosas me hacen poner los pies en la tierra y sentirme orgulloso de lo que he logrado y en la forma en la que me he levantado”, expresó el intérprete de Yo no soy un monstruo.
Crespo confesó que su autoestima estuvo lastimada hasta los 25 años, pero hoy día, cuando se mira al espejo, ve un hombre diferente.
“Veo un tipo trabajador, disciplinado, un tipo guapo (en son de broma y se ríe), una persona buena gente”, asegura.
Primera Hora
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