Mírenlo ahí, al pelotero Willy Aybar quien recibe el tierno abrazo de su esposa, a la misma que días atrás le entró como a la conga.
La dama ha dicho que su marido no la ha tocado ni con el "pétalo de una rosa", una manera de ella perdonarle la "abinbada" que él le dio y que no tenga que ir a prisión por violencia doméstica.
Sin embargo el argumento no pudo "domesticar" la decisión del juez que acogió la petición de la fiscalía y de manera preventiva lo envió tres meses a la cárcel de Najayo.
El asunto ha de sentar un buen precedente pues aunque la agredida desistió de acusar al ex jugador de los Tigres del Licey, las autoridades persiguieron la falta cometida por él y más a sabiendas de los antecedentes de violencia que le pesan por la misma causa.
1 comentario:
esta bueno por ignorante,que siga de rebusero yo quisiera que fuera aqui en USA;por eso es que ningun equipo lo quiere...
bonaito809 nj
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