El reggaetonero boricua Daddy Yankee llenó la noche del sábado la Gran Arena del Cibao, en Santiago, en un show con alta dosis de espectacularidad donde apeló a sus éxitos musicales.
Y Yankee hizo bien, pues no llegó como otros artistas extranjeros que últimamente basan la mayor parte de su presentación en canciones desconocidas. Sí, porque en vez de invertir en promover sus temas nuevos entonces aprovechan sus conciertos para hacerlo y entonces es el público que debe pagarles por ello.
Lo que no veo bien es que siempre se recurran a contrapartes musicales dominicanas totalmente divorciadas de la naturaleza del show en cuestión. Eso de incluir a un grupo típico como Banda Real en la noche de "El Cangri" resultó ser una mezcla extraña.
Pero en lo que respecta a Daddy Yankee tuvo un desempeño sin desperdicios. La audiencia no paró de ovacionarlo aunque la espera de su salida a escena casi se torna larga.
Justo es felicitar a Sandy de los Santos y a la gente de Fire Entertainment por el montaje, no obstante es bueno recomendarle que para la próxima vez entrenen mejor a los acomodadores, la mayoría de los cuales estaban "perdidos" sobre las ubicaciones de los asientos cuando se les requería asistencia.
Como siempre, Wladimir Lendoff, encomendado por el patrocinador, la cerveza Brahma, se esmeró en las buenas atenciones a la prensa que esta vez no tuvo contratiempos como suele ocurrir ultimamente cuando la imagen de eventos en la Arena del Cibao ha sido manejada por inexpertos.
Rafely y Villanosan no estuvieron
En adición a Banda Real, se había anunciado al merenguero Rafely y el cantante urbano Villanosam, como parte de los teloneros de Daddy Yankee.
Sin embargo ambos brillaron por su ausencia y ya la gente se anda preguntando y especulando que si habrían sido objetos de la intimidación de una guerra cervecera que lo único que hace es atentar contra los artistas dominicanos.
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