
Fijense que la cantante muestra una especie de indiferencia al beso cariñoso de De la Rúa, ella ni siquiera responde con un abrazo, prefiere meter su mano en el bolsillo y finalmente bosteza como dando la impresión de aburrimiento o queriendo decir "qué hombre este que embroma tanto, que salamero, me tiene hasta el copete".
El asunto deja una lección para analizar la respuesta que tenemos de nuestras parejas, si su reacción de afecto es el mismo de siempre. Si no es así entonces hay un problema serio.
Pero uno viendo estas escenas entre Shakira y Antonio de la Rúa solo nos resta sentenciar:¡Recórcholis! ¡Cómo acaba el amor!
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