Las paradojas de la vida...
Para el día de hoy se ha convocado una protesta pacífica en demanda de que respete la Ley de la asignación de un 4% del presupuesto de la nación para la educación.
La consigna es vestir de amarillo.
Pero acontece que usted va a la Universidad Autónoma de Santo Domingo y no encuentra a ningún estudiante vestido de amarillo.
Claro está las protestas de la UASD consisten en romper vidrios de carros, lanzar piedras, quemar gomas y tirar basura. Nadie puede cambiar esa “naturaleza”.
Lo mismo acontece con las escuelas públicas. Los más llamados a luchar por el 4% para la educacion asumen una actitud de indiferencia.
En cambio uno ve en los colegios y universidades privadas, incluyendo la de los riquitos, la recua de estudiantes vestidos de amarillo.
Cosas veredes, amigo Sancho...
Para algunos vestirse de amarillo es una protesta muy fina, muy “light”, que según los tigueres son cosas de “mariconcitos” (Joseph Cáceres).
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