LOS ESPÍAS DE LOS PREMIOS CASANDRA

No puedo pasar por alto una situación que se está registrando en los últimos años dentro de los premios Casandra y es la manera en que se filtran informaciones en torno a los nominados durante el proceso de evaluación y peor aún, cómo esos mismos artistas se enteran de si ganaron o no la estatuilla horas antes de la ceremonia.

Está el ejemplo de un bachatero, a quien le habrían telefoneado para decirle que se había quedado corto durante el conteo de los votos de esta última edición del Casandra y que por lo tanto ese premio sería para otro.

Dizque el individuo decidió entonces no ir a la ceremonia porque entendía que no iba a buscar nada ahí.

Dizque guardó su traje otra vez en el closet y despachó la maquillista para su casa.

Pero el caso más público fue el de Rafael Corporán de los Santos, quien en un programa radial de la tarde, el mismo día en que se realizaría el Casandra, la emprendió contra los gestores del galardón, alegando que ya sabía que no le otorgarían a él la máxima distinción de "El Soberano" que entiende se merece sino que se le entregaría al grupo Aventura.

Pero el productor de televisión fue más lejos al referir que Aventura se había alzado con la presea con 18 votos del comité ejecutivo de Acroarte, los ex presidentes y asesores de la entidad que son los facultados para seleccionar el ganador de "El Soberano", el trofeo que siempre ha codiciado.

Y yo me pregunto ¿ cómo Corporán de los Santos tuvo tanta certeza en el asunto? es seguro que el "descarado" que lo llamó no solo se conformó con decirle que no fue elegido para ese premio sino que también le dio detalles acerca de las votaciones ¡barbarazo!

Fue la misma manera que otro artista ya le habían también enterado que solo se llevaría un solo Casandra y que por eso dizque se pasó toda la ceremonia "balbuceando" porque quería más premios.

Lo que llama más la atención es que son cronistas de arte que en una actitud de espías ponen al tanto a algunos artistas nominados sobre informaciones que deben mantenerse bajo la más estricta confidencialidad.

Una acción recurrente que se debiera frenar indentificando los autores y sancionándolos para que aprendan a no asumir tanto descaro en contra de la integridad del premio y solo para hacerse los "graciosos" con su lambisconería a determinados artistas.