¿Quién le habrá hecho semejante daño a Jaqueline Estévez con este vestido que parece producirle alguna alergia en la pierna por lo que se aprecia al ella arazcarse?
Está bien eso de que debe ser regulada la "avivatada" de algunos diseñadores de moda que hacen negocio en las narices de los organizadores de los premios Casandra poniendo a sus "musas" o "megadivas" a exhibir sus "trapos" en la alfombra roja.
Pero también debe ser controlado el figureo desmedido de algunas chicas en la alfombra y porque no, también de hombres.
No se concibe, como así sucedió, que una joven semi-retirada de la televisión desfilara tres veces por la misma pasarela. Se le vio entrar al Teatro Nacional y salir luego por otra puerta para volver a pasar frente a las cámaras apostadas fuera del recinto. Una ridiculez de marca mayor.
Uno que ha participado en premiaciones internacionales como el Grammy Latino, Grammy americano y el Emmy, nos damos cuenta que tales fantochadas no ocurren porque una vez que pasas por la alfombra no te permiten volverte a "pasear" por la misma.
Pero tampoco te puedes quedar por mucho tiempo ahí dando vueltas a ver que "camarazo" se te pega y en eso no hay excepción ni con los artistas y el jurado que son el alma de esos galardones.
Es necesario que el Casandra ya vaya ensayando estas fórmulas.
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