
¡Pero que muchacho más ameno ese! ni que fuera el Secretario de Estado, el presidente de la Suprema Corte o un agente de inmigración de Estados Unidos.
La verdad que uno no entiende a la gente. Como es posible que lejos de elogiar el esfuerzo y la hazaña de realizar un acto discográfico como el que hizo Eddy, algunos, que se cuentan con los dedos, hayan querido satanizar el asunto cuestionando que en la actividad hubo un derroche de dinero.
Y todo ha venido de gente que no fue convocada para este memorable acontecimiento en el que se invirtieron más de 165 mil dólares.
Fíjense con lo que se ha encontrado el merenguero porque su nueva disquera Premium Latin Music decidió darle el recibimiento que se merece auspiciándole una presentación de su disco como de la que fuimos testigos a bordo del yate Lady Biscayne, en Miami.
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