No porque estaba tomándome unos días de ocio por playas del Sur profundo me quedaría ajeno a los acontecimientos noticiosos que se registraban en el país durante la Semana Santa.
Y me alimentaba de las informaciones a través de las cadenas radiales que se activan cada año a propósito de esos días de asueto.
Aunque algunas cadenas se destacaron por la calidad de su producción, otras dejaron mucho que desear a partir de los reportes insustanciales, sin importancia que hacían algunos corresponsales ubicados en distintos pueblos.
Se da el caso de un comunicador asignado para reportar desde un hospital que llamó a uno de esos circuitos de radio para referirse a la apuesta que hacían dos enfermeras, acerca de que si ese día llovería o no. ¡Como si a alguien le importara esa “vaina”!Aunque algunas cadenas se destacaron por la calidad de su producción, otras dejaron mucho que desear a partir de los reportes insustanciales, sin importancia que hacían algunos corresponsales ubicados en distintos pueblos.
Mientras un colega de ese corresponsal al tomar su turno en otra cadena radial tuvo el tupé de decir “que se alegraba” de que en la jornada de Semana de Santa solo se registraran unos 56 muertos, que él esperaba más ¡qué barbarazo! ¿Cómo alegrarse del deceso de un ser humano?...
Pero me cuentan, porque esto no lo ví, que en el circuito de televisión de la cadena que montó el gobierno, se pasaron difundiendo películas mexicanas de Pepe Aguilar y Jorge Negrete, en los momentos más importantes para transmitir noticias relacionadas a la recien finalizada Semana Mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario