La inversión en nuevos artistas, negocio de riesgos…




Ya revelamos aquí los más de cinco millones de pesos que se habían gastado en Rafely, una suma considerable en estos tiempos aunque algunos expresaran que esos son “chelitos” para lo que conlleva una inversión en un artista.
Pero me dicen que de un tiempo a esta parte la cuenta le ha subido a la gente que maneja al joven merenguero, por lo que sorprende sobremanera que lo que se gasta está muy en contraste con la cotización de esos proyectos musicales en el mercado, lo que hará que se batalle bastante para comenzar a recuperar el dinero.
Ahí está el caso del grupo de bachata que apadrina el reggaetonero puertorriqueño Don Omar, llamado Marcy Place, del que se maneja la especie que en el mismo se han gastado sobre el millón de dólares solo en promoción, pero que entonces supuestamente solo pueden cobrar entre 5 y 6 mil dólares por presentación, debido a que es una propuesta que aún no ha descollado.
Y los entiendo en esta parte porque Alexandra, la que formara el popular dueto bachatero con Monchy, quiso por el contrario hacer mucho dinero rápido y tras anunciar que se lanzaría como solista fijó en 12 mil dólares lo que exigiría por show.
El asunto hizo poner con el grito al cielo a ciertos promotores de conciertos y bailes que entendían que la suma era muy alta si se consideraba que lo de ella (Alexandra) sería un proyecto nuevo.
Es decir, que el negocio de lanzar a un cantante en estos tiempos de crisis, resulta ser un arma de doble filo.
He visto artistas y agrupaciones convertirse en “barriles sin fondo” en cuanto a los recursos económicos que se les han inyectado.
Fíjense cómo tuvo que cerrar sus operaciones la disquera UBO, la misma que invirtió un dineral y en dólares en el bachatero Andy Andy.
En tanto la gente de Juan y Nelson Récords de forma astuta decidió "soltar en banda" a la mayoría de artistas de su catálogo merenguero para no irse a "pique".
He visto a prósperos empresarios quebrados por no apelar a la moderación. A otros prácticamente se les "abre el pecho" y dejan eso porque hasta el "cochinito" con sus ahorros lo agotaron.
Pero también es justo señalar que veces no vale cuánto dinero inviertas cuando el público se decide a desaprobar o no un producto, nada más cuenta. Continuaremos con el tema.

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