No es que cuestionemos que la cantante Vickiana o un comunicador de esos que “cogen sus pelas” merezcan ser reconocidos.
Pero quisiera saber cuáles son los criterios que están empleando en el Consulado Dominicano de Nueva York para exaltar a una persona en un “salón de la fama” que esa legación tiene montado allí.
Y más, si el “dichoso” salón, que es compuesto por una galería de fotografías, le pusieron el nombre de la extinta folklorista, la ilustre Casandra Damirón.
Hay que precisar que estos tipos de homenajes son para personas de extraordinaria trascendencia, que cuenten con un legado en el área que se hayan destacado.
¿O acaso estarán allí mal interpretando lo que es verdaderamente un salón de la fama?
Pero quisiera saber cuáles son los criterios que están empleando en el Consulado Dominicano de Nueva York para exaltar a una persona en un “salón de la fama” que esa legación tiene montado allí.
Y más, si el “dichoso” salón, que es compuesto por una galería de fotografías, le pusieron el nombre de la extinta folklorista, la ilustre Casandra Damirón.
Hay que precisar que estos tipos de homenajes son para personas de extraordinaria trascendencia, que cuenten con un legado en el área que se hayan destacado.
¿O acaso estarán allí mal interpretando lo que es verdaderamente un salón de la fama?
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