Al parecer las condición económica del cantante mexicano José José, quien se encuentra en Santo Domingo para recibir un homenaje, es verdaderamente precaria y él lo anda pregonando “a los cuatro vientos”.
Ya conocíamos que fanáticos en México le donaron cada uno siete dólares a cambio de tomarse una foto con él y así poder sortear sus problemas monetarios.
Durante su rueda de prensa de este miércoles en la capital dominicana volvió a referirse al tema cuando un periodista le preguntó que sino estaba pensando en su retiro de la música y él respondió que si lo hacía quién iba entonces a pagar sus deudas.
Fíjense como José José, un ídolo de la canción durante las décadas de los 70 y 80, que hizo fortuna, todo se le desmoronó en dos o tres años por la vida desordenada que antes llevó.
Ahora ni siquiera ha podido costear la hospitalización de su esposa Sarita, quien sufrió un derrame cerebral.
La situación del llamado “Príncipe de la canción romántica” es compleja, porque su principal herramienta para ese sustento que “medianamente” busca preservar es precisamente su voz y la misma no es la mejor por las secuelas que le dejó sus problemas de adicción al alcohol.
Es decir, que aunque no quiera, se verá obligado a retirarse definitivamente de los escenarios.
Este es un caso que deben de tomarlo de ejemplo muchos de nuestros artistas dominicanos.
Ya conocíamos que fanáticos en México le donaron cada uno siete dólares a cambio de tomarse una foto con él y así poder sortear sus problemas monetarios.
Durante su rueda de prensa de este miércoles en la capital dominicana volvió a referirse al tema cuando un periodista le preguntó que sino estaba pensando en su retiro de la música y él respondió que si lo hacía quién iba entonces a pagar sus deudas.
Fíjense como José José, un ídolo de la canción durante las décadas de los 70 y 80, que hizo fortuna, todo se le desmoronó en dos o tres años por la vida desordenada que antes llevó.
Ahora ni siquiera ha podido costear la hospitalización de su esposa Sarita, quien sufrió un derrame cerebral.
La situación del llamado “Príncipe de la canción romántica” es compleja, porque su principal herramienta para ese sustento que “medianamente” busca preservar es precisamente su voz y la misma no es la mejor por las secuelas que le dejó sus problemas de adicción al alcohol.
Es decir, que aunque no quiera, se verá obligado a retirarse definitivamente de los escenarios.
Este es un caso que deben de tomarlo de ejemplo muchos de nuestros artistas dominicanos.
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