De payola y otros demonios…


Lo que hace costosa la payola es su ilegalidad, por lo que lejos de que alguien pretenda que el pago por sonar en la radio se haga público ello provocaría que se desate una feroz competencia en las ondas hertzianas dominicanas con las más variadas ofertas desde el clásico “2X1” hasta los famosos “combos”.
Todo esto a fin de atraer a los “clientes artistas”.
Y digo que lo ilícito cuesta más de lo estipulado, por la sencilla razón del riesgo que esto acarrea, aunque ciertamente que en materia de payola radial ese es un negocio en el que todos participan, desde locutores, programadores y dueños de estaciones.
Y no existe aquí un recurso legal que condene esta práctica tal y como acontece en otros países.
Recuerdo que se sometió un proyecto de ley anti-payola, y aún, después de varios años, continúa sumido en un largo sueño en una gaveta del Congreso Dominicano.
Pero también que no vengan con esa de “vaquero”, de porque una emisora criolla esté en los aprestos de cobrar “a la clara” por pautar discos, exista un grupo de artistas rechazando la acción.
Y es que son ellos, los primeros, que se alistan a veces en doblar su oferta a fin de sonar más que el otro.
De hecho, otros han llegado al extremo hasta “pagar” para que colegas suyos sean vetados en la radio, en un afán “mezquino” de lograr liderazgo en la difusión de sus canciones. Cuestión de calidad moral, ¿estamos?

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