En el caso de Vianco, suicidando la clase

Me sorprende sobremanera que entre los periodistas que se solidarizan con Vianco Martínez en una carta al procurador fiscal, no haya entre ellos, con excepción de la amiga Jocelyn Rodríguez, un cronista de arte uniéndose a su causa, pese a que el comunicador se encontraba en una labor concerniente a la actividad artística.
Martínez fue agredido físicamente y vejado moralmente por espalderos al servicio, y pagados, del empresario de espectáculos Saymon Díaz mientras gestionaba entrevistar al cantautor Pedro Guerra en el Teatro Nacional.
Entiendo que Vianco Martínez no es miembro de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte) pero ese gremio como rector del periodismo del espectáculo está en su deber de solidarizarse y no quedarse de brazos cruzados ante vejaciones de esa naturaleza porque envía una mala señal a los que incluso formamos parte de esa institución.
Porque ante todo Vianco es un colega nuestro y primero está el no suicidar la clase que querer no indisponernos con empresarios artísticos solo porque nos regalan un par de boletas para sus shows o nos invitan a un viaje.
Aún recuerdo amargamente como en el mismo Teatro Nacional, luego de terminar una ceremonia de los premios Casandra, fui agredido verbalmente y casi físicamente por el manejador de Los Toros Band, Gerardo Díaz y Acroarte no dijo “esta boca es mía”. Es hora de levantar la voz.